La Cumbre Europea en Granada: el sueño del Emperador Carlos V
La historia de la Alhambra en relación al itinerario de la Cumbre
El jueves 5 de octubre se ha celebrado en Granada, Andalucía, una reunión única en la historia: los presidentes de todos los países europeos han celebrado una cumbre crucial para nuestro el futuro. Cincuenta dirigentes de Europa y de países invitados se han dado cita en mi ciudad, Granada.
Para los que estamos especializados en patrimonio, cultura, arquitectura y arte, 2023 va a marcar el futuro de estas reuniones porque para su celebración se ha puesto en el centro nuestro patrimonio cultural nacional, nuestra historia, nuestro arte y lo que España ha legado al mundo.
Ya nos sorprendió que la organización de la cumbre de la OTAN en junio eligiera el Museo del Prado para tener, por un lado, la parte más relajada para que los dirigentes pudieran entre sí intercambiar pareceres y charlar, y por otro, la más mediática que nos ha dejado fotos que han recorrido el mundo entero.





Nunca se había hecho algo así antes, absolutamente único y especial. A puerta cerrada, en una de las mejores pinacotecas del mundo, entre Velázquez, Goyas, Murillo, el Bosco o el Greco, entre otros artistas universales, en un espacio construido en 1785 por Juan de Villanueva por orden del rey Carlos III.
Las fotos que nos dejó esta reunión en un lugar tan emblemático dieron la vuelta al mundo. ¡Qué estrategia tan maravillosa para dar a conocer aún más nuestro increíble legado histórico artístico!
Cumbre europea en Granada y en la Alhambra
El lugar elegido para esta recepción oficial por parte de los reyes de España, para esas conversaciones más íntimas y para la foto del encuentro: la Alhambra.
Se ha elegido la única ciudad palatina que queda en pie de época de Al Ándalus, que tuvo un proyecto imperial concebido por Carlos V y con la integración exquisita de dos arquitecturas. Porque la Alhambra, como voy a explicar, representa el mejor escenario de intervenciones arquitectónicas que respetan y dialogan con la arquitectura nazarí.
El Patronato de la Alhambra propuso, con todo su gran conocimiento y buen saber, el mejor itinerario y los mejores escenarios que se podían elegir. La Moncloa dio el visto bueno y realmente resultó ser impresionante.
La Alhambra como ciudad palatina
Una de las cuestiones que se entienden poco sobre la Alhambra es que es una ciudad con un territorio independiente desde que así se fundara en 1238. Además debe comprenderse como una ciudad histórica que siempre ha estado habitada.
Es muy habitual que muchas personas definan el palacio de Carlos V como un “ovni” que no pega nada dentro de la Alhambra. Pero eso se dice porque se ignora que debemos tener la misma mirada que con Roma, París o con cualquier otro asentamiento histórico que siga habitado: pueden coexistir unas ruinas romanas junto a una iglesia renacentista, al lado un edificio contemporáneo, enfrente un palacio barroco y es todo perfectamente natural.

Eso es lo que hace maravillosas a las ciudades que reflejan múltiples épocas en su arquitectura. La Alhambra es eso: debemos mirarla como testigo de distintas épocas y estilos en arquitectura según los habitantes que tenía.
Culturas del habitar: el problema tras la conquista de muchas ciudades andalusíes
Una cuestión muy importante es también darnos cuenta que en Al-Ándalus chocan dos culturas del habitar completamente diferentes que van a condicionar mucho lo que se haga con la arquitectura conquistada:
la andalusí, que utiliza espacios plurifuncionales.
y la occidental, heredera en el uso de espacios unifuncionales.
En Europa la forma de habitar era, y sigue siendo, heredera de la casa greco-romana dividida en diferentes habitaciones con cuartos de un solo uso: dormitorio para dormir, salón para estar, comedor para comer, cocina para cocinar, etc.
En la Alhambra se encontraron con los siguientes problemas:
los palacios de la ciudadela de la Alhambra no tenían fachadas al exterior. No había ninguna fachada solemne que las cortes occidentales pudieran utilizar.
el complejo palatino, a ojos castellanos o de tradición más europea, no tenía orden, ni protocolo ni sentido. Eran palacios que son más bien pabellones, que se organizan en pequeños grupos, con estancias que resultan diminutas para recepciones de cortes europeas.

No en vano debemos observar que el resto de alcázares y complejos palatinos erigidos en época andalusí, se destruyen sistemáticamente tras ser conquistados por reinos de tradición más europea. No por cuestiones religiosas o de poder. Simple y llanamente porque los espacios palatinos de al Andalus no cubrían las necesidades de los conquistadores.
Condicionantes e ideas del proyecto del palacio de Carlos V
Cuando la Alhambra se conquista sucede un hecho muy reseñable y que cambiaría lo que, hasta entonces, era habitual: por orden de la Reina Isabel la católica se escribe una orden, que luego queda confirmada por la reina Juana, por la que queda prohibido destruir los palacios nazaríes.
Cuando Carlos V visita la Alhambra se queda seis meses. Está de alcaide entonces Luis Hurtado de Mendoza, un personaje culto, fiel a Fernando el católico y por tanto, leal al máximo con su nieto Carlos. La confianza del emperador es tan grande que en 1526, en su correspondencia, lo trata de pariente, posteriormente incluso utiliza el término “primo”. La siguiente carta que reproduzco es de 1527 y contiene datos muy interesantes respecto a lo que será el palacio de Carlos V:
30 de noviembre de 1527.
Marqués de Mondejar, pariente, mi capitán general del Reyno de Granada. Las traças que me enviaste de lo que se ha de adelantar y edificar de nuevo en la Casa Real de la Alhambra, las he detenido hasta ahora esperando enviaros resolución y determinación de lo que se ha de hacer. Y al cabo he acordado remitírselo a vos para que lo hagáis como mejor os pareciere. Solo os quiero decir que la delantera sea grande y que en ella haya una capilla para decir y oír misa, y que lo de más de los aposentos que se han de hacer se junten con la casa. Vos lo ordenad y haced todo como mejor os pareciere, que con remitíroslo pienso que se acierta en lo mejor.
NOTADE LA AUTORA: he ajustado un poco el castellano antiguo para que sea comprensible sin demasiada dificultad.
No solo nos deja ver que delega todo en Luis Hurtado de Mendoza y en su criterio, sino que tiene muy claro que no se ha de derribar la casa antigua, es decir, los palacios nazaríes. Pero eso sí, debe ser grande y debe tener una capilla. Además quiere una conexión con la entonces llamada Casa Real Vieja.

Por eso no debemos observar este palacio como un intruso sino como un proyecto que trataba de adaptar una ciudadela construida para otra forma de habitar a la de una corte imperial europea. Realmente el edificio y su ejecución son ejemplo de un respeto y una comprensión del lugar muy impresionante para la época.
Hay dos cuestiones necesarias para una corte europea que resuelve con gran ingenio este proyecto:
Desarrolla una fachada donde mostrar emblemas y hazañas al estilo puramente occidental. En la arquitectura andalusí, y por extensión la árabe medieval, no encontramos fachadas a la europea, donde exponer el poder de la persona que lo ostentaba, los escudos de armas, los títulos, los emblemas ganados. La Alhambra necesitaba claramente una fachada para el emperador. Se desarrollan dos: la llamada de la emperatriz en el lado sur, y la llamada del emperador en el lado oeste.
Gesta un espacio de recepción en el gran patio, a modo de atrio, desde el que distribuir a las distintas estancias y pabellones (o palacios nazaríes).
El proyecto resuelve con un edificio cuadrado los problemas de adaptación que tenían los palacios nazaríes y además, las dimensiones necesarias para recepciones de gran calibre.
(Dedicaré más publicaciones a este proyecto, pero ahora vamos a hablar de cómo el jueves 5 de octubre vivimos de cerca y televisado el sueño del Emperador.)
La recepción de la Cumbre Europea: el proyecto del Emperador.
Con todo lo expuesto, el recorrido seleccionado para la recepción de los mandatarios europeos fue todo aquello que Carlos V y Luis Hurtado de Mendoza imaginaron y soñaron.
La entrada desde la fachada del emperador está pensada para mostrar todos los emblemas, escudos de armas y la importancia en general del emperador. Solemne y rotunda, sus dimensiones reflejan la intención de la arquitectura de poder que una fachada necesitaba en aquella época: un diseño de relieve remarcando la importancia militar de Carlos V, otro simbólicamente representando que era el hacedor de la paz mundial.
Una vez atravesado este umbral, los mandatarios de la cumbre atravesaron el impresionante patio de piedra pudinga, el núcleo del atrio que habían concebido para desde aquí distribuir hacia los distintos pabellones y palacios nazaríes.

Los magníficos especialistas del Patronato de la Alhambra y Generalife conocen muy bien toda la historia y los recovecos de cada espacio alhambreño. Saben por supuesto cuál era el recorrido que el emperador y Hurtado de Mendoza querían, pero lo alteraron un poco para adaptarse al siglo XXI.
Por cuestiones de traducción occidental y además por la imagen audiovisual retransmitida, se hizo con entrada directa al eje principal del patio de Arrayanes.

Por cómo está distribuido el patio y las puertas de los cuatro ejes principales, Carlos V concibe la escalera norte del patio como la de transición desde un espacio tan pétreo, una arquitectura tan a la italiana en aquella época, y el patio de Arrayanes. De esta forma, con este recodo, se copia el modelo arquitectónico andalusí.
Los accesos en la arquitectura árabe en general, y en particular la nazarí, se realizan en muchos casos con quiebros que evitan que el visitante pueda anticipar a dónde se dirige (además de por obvias razones de defensa). Además, la entrada al siguiente espacio nunca es como en la arquitectura occidental, por el eje principal o secundario. Se realiza por una esquina en muchísimos casos.

Por motivos audiovisuales y de recepción contemporánea, en vez de utilizar el acceso pensado originalmente en el siglo XVI se escogió uno que atraviesa el espacio pensado como cripta, y así salir al palacio por el eje central, con la imagen tan impresionante que pudimos contemplar.
Esta opción por el eje principal del llamado Patio de Arrayanes, con la luz de la tarde lucía un reflejo en la alberca bellísimo y todos pudimos ver las caras de los dirigentes europeos que no podían ocultar su estupefacción.
El abandono del Palacio y la plasmación en la III Cumbre Europea del sueño de Carlos V
El palacio de Carlos V no se llega a terminar. Tras las Guerras de las Alpujarras y la expulsión de los moriscos, al no contar con sus impuestos para la construcción se fue poco a poco abandonando hasta que la obra fue totalmente paralizada en 1637 por orden de Felipe IV.
Ahí se quedó durante 300 años como un esqueleto de piedra en medio de la Alhambra. Tendría que esperar hasta el siglo XX para que entre los años 30 y 40 se construyera su cubierta, y hasta los 50 para tener un uso: el de museos.
Pero ha sido un edificio que nunca se había utilizado para lo que fue concebido: fachada hacia el complejo palatino nazarí y espacio de recepción y atrio.
Debo confesar que lo estaba viendo en la televisión cuando me resbaló una lágrima por la mejilla: por fin el palacio sonreía, engalanado de una belleza abrumadora en toda su pura desnudez renacentista , ejerciendo de atrio de llegada y conduciendo a los invitados hacia la magia y la belleza de los palacios nazaríes.
La solidez y rotundidad del palacio en piedra de Carlos V en contraste con la fantasía de los palacios construidos con agua, cielo, estuco y mármol.
Querido Carlos, tu sueño se ha cumplido.
Querido Muhammed V, mi admirado arquitecto nazarí: ese patio que concebiste como un espacio para impresionar, para deleitar a los invitados, todos pudimos ver que funciona para esa función áulica a la perfección.
Vuestra siempre admiradora, Blanca.